martes, agosto 03, 2010

Le da por llorar al niño

A veces le da por llorar al niño. En ese momento me entra una angustia y me imagino todo lo que puede adolecer. Los primeros días que me pasaba lo mismo salía corriendo a la farmacia a preguntar qué le podía dar al pequeñito, y siempre me salían con lo mismo: que fuera al doctor, que en la clínica popular cobran menos, que si no se había golpeado, que esto y lo otro; me decían una bola de cosas que nada ayudaban a quitarle el llanto a mi chiquito. Claro, ellos pueden decir misa, como no están igual que uno, y más que ya me falta bien poquito para dar a luz.

Pero les digo, eso fue al principio, porque desde que llegó mi marido, el papá del bebé que voy a tener, no el del otro chamaco, todo ha cambiado. Incluso me ayudó a que no chillara tanto el chiquillo. Primero se enojaba mucho conmigo cuando eso pasaba, hasta me daba cachetadas. Pero no se crean que es malo; eran sin querer. El me quiere bastante aunque a veces se desespere. Yo lo entiendo, la cría es bien latosa con sus rabietas y ni quién lo pare de berrear. Además, yo me merecía esos golpes porque no hacía callar al engendro, como él le dice de cariño.

Un día, sin querer, encontramos el remedio para que no llorara la criatura. Como mi viejo fuma yerba porque es reumático y así se le quitan los dolores, no vayan a pensar que es un vicioso ni mucho menos; eso se lo recomendó un amigo de mi esposo que es médico, enfermero, brujo o algo así. Les digo, como él la fuma y me invita cuando no puedo dormir, porque también sirve para el insomnio; un día que el niño estaba hecho un mar de lágrimas le llegó el humito y al poco rato estaba bien dormido, hasta parecía un angelito.

Después de esa ocasión, cada que fuma su cachito de yerba, mi marido le sopla un poquito al bebé, lo ahuma, y al rato parece un pan de Dios mi nene. Incluso hoy en la mañana, cuando el pequeñito estaba a moco tendido, le hizo lo mismo, y para que le hiciera efecto más rapido, después de soltarle la bocanada de humo, le puso encima de la carita una caja para que no se escapara nada. Así que no me digan ahora que sí se escapó algo y que fue su vida, porque como le da por llorar al niño, para mí que encontró la manera de molestar y se murió de tanto llanto.