martes, abril 18, 2006

Contraproducente

Suelo salir a caminar como un hábito mental más que físico, para no pensar en lo pensado durante el día y dejar la mente como una hoja en blanco. Rodeo el parque cinco o seis veces mientras respiro profundo el aroma de la nada, que poco a poco va llenando mi mente hasta ocupar el espacio donde debería estar lo que iba a escribir cuando llegase de hacer ejercicio.

martes, abril 11, 2006

Pacto

Cuando llegué a Ciudad 2 de Octubre era un neófito en cuanto a flora, fauna, clima, superficie, terreno, usos y costumbres del lugar; suponía que por ser territorio nacional las tradiciones eran las mismas que en cualquier otro sitio del país, pero suponía mal. La frontera es otro país: un híbrido compuesto por raíces e influencias de sus habitantes, vecinos y migrantes.

Ignoraba, por ejemplo, que el zorrillo es un animal muy común por estos lares. Nunca en mi vida había visto uno salvo por televisión. Aquí andan en su estado natural, salvajes.

Por un extraño olor supe de su presencia, un olor penetrante que aprendí a identificar primero por un comentario y después a fuer de repulsión.

A la semana de haber llegado a Ciudad 2 de Octubre tuve mi primer encuentro con un zorrillo. Era muy temprano, aún de madrugada. Atravesó la calle unas 2 ó 3 veces antes que yo llegara a donde él estaba. En los días siguientes su presencia se hizo menos tímida que al principio, hasta que llegó un momento que se detuvo a un lado de la acera y no se movió, lo que obligó a que yo siguiera mi camino por el otro extremo de la calle.

En las semanas que siguieron el zorrillo ya no sólo custodiaba mi tránsito sino que se volvió hostil. Si yo tomaba rumbo por un lado de la calle, él la invadía; si yo retomaba el otro lado, de nuevo el zorrillo regresaba a invadir el espacio. Éramos 2 enemigos de bandos contarios.

Las medidas precautorias que tomé de no agarrarlo a patas hasta matarlo como buen predador natural que somos los humanos fueron bien fundadas. La flatulencia que despide no es causa de terror. En varias ocasiones he visto a estos animales atropellados y, aparte del hedor que despiden, he notado que tienen unos finos colmillos de entre 3 a 5 centímetros que pueden provocar más que un dolor, además de ser transmisor de la rabia.

Mis encuentros y desencuentros terminaron cuando el transporte que me lleva al trabajo cambió su ruta. Fue entonces que la calle entera fue para el zorrillo.

Hoy tuve otro romántico encuentro con uno más. Mientras esperaba la llegada de mi transporte, se acercó a escasos 2 metros de distancia, me miró por un instante y siguió su camino, como si hiciera un pacto de no agresión en esta nueva calle donde ambos nos conocemos por primera vez.

lunes, abril 10, 2006

Tsunami

Para marcar la pauta a mi lectura doblé la esquina de la página. En ese momento la historia de Robinson Crusoe cambió para siempre cuando en su isla sobrevino el tsunami.

Espejo

Me levanté con tanto temor de ser el mismo que me asomé al espejo. En esa imagen nada había cambiado, sólo el deseo de ser distinto.

viernes, abril 07, 2006

Advertencia:

El presente texto contiene agua. No lo agite, incline o voltee, puede que usted se moje. Al leerlo no lo mueva, de lo contrario su sentido se distorsionará. La exposición prolongada puede causar un gusto irrenunciable por la lluvia, las gotas, la brisa y el mar, y en general por la lectura. Consulte a su diccionario si persisten las molestias.

Poema

Primero
Fue una gota
En medio de la nada
De repente le crecieron alas
Después la invadió una idea
Entonces la lluvia cayó sobre la hoja
Y germinó el poema